La hemofilia es una enfermedad hereditaria, causada por la falta de suficiente factor de coagulación (VIII o IX) en la sangre. Cuanto más baja sea la cantidad del factor en la sangre, mayor será la probabilidad de presentar sangrados.1
¿Cómo se manifiesta la hemofilia?
La principal señal clínica de la hemofilia es el sangrado, y este se puede manifestar de forma leve, moderada o grave, dependiendo de la cantidad de factor en la sangre.1-3
Las personas con hemofilia pueden experimentar sangrados de origen interno o externo y puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo.1,2,3
La hemofilia leve generalmente se manifesta en etapas tardías de la vida y los sangrados se presentan como consecuencia de laceraciones, abrasiones, o durante una cirugía, mientras que en los pacientes con hemofilia grave se pueden presentar sangrados en etapas más tempranas de la vida, localizados en músculos o articulaciones y de forma espontanea.1,2
Es fundamental reconocer las hemorragias en el momento en que suceden y detenerlas cuanto antes.3
1. El cuidado debe orientarse principalmente a prevenir y tratar las hemorragias.4
2. Las hemorragias deben tratarse cuanto antes, preferentemente dentro de las 2 horas de haberse producido.4
3. El mejor tratamiento para las personas con hemofilia es el que puede ofrecer un centro de atención integral.4
Referencias:
1. Srivastava A, Santagostino E, Dougall A, et al. WFH Guidelines for the Management of Hemophilia, 3.rd edition. Haemophilia. 2020;26(Suppl 6):1-158.
2. Hemofilia. Acceso en: HTTP://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000537.htm. Fecha de consulta:15/03/2022.
3. Federación Mundial de Hemofilia. Hemofilia en imágenes, 2009.
4. Guías para el tratamiento de la hemofilia 2da edición. Federación Mundial de Hemofilia, 2012.
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